sábado, 10 de diciembre de 2011

Dame licencia, para comunicar entre laberintos.

Grandes visiones y oportunidades se muestran a mí alrededor.
La vida. Tan intensa y rutinaria a la vez, tan esplendida en belleza y en ausencia.
Son esas gotitas que van llenando poco a poco el vaso, hasta que por imprudencia o diversión decidís darle vuelta a la mesa. Empezar otra vez, rellenar vacios, extrañar posibilidades, olvidar personas y defender algunas relaciones.
La mayor seguridad que se pueda vivir cuando uno no sabe cómo actuar, ser el nuevo, inexperimentado, bendecido con juventud, es saber que no se está en control, es saber que no necesitás control.
Lo que quiero sentir ahora para vos es ternura, cariño, amistad, sin embargo, es miedo lo que llena mi ser cuando te pienso, es acaso la prudencia que me queda, que sabe que debo cambiar de dirección una vez más. Empezar otra vez, rellenar vacios, extrañar posibilidades, olvidar personas y defender algunas relaciones.
Mente dispersa, la que se presenta hoy. Dame licencia, para comunicar entre laberintos. No entendás. Solo lee y se vos.

2 comentarios:

  1. y que triste cuando dejamos que sea el miedo el que llene nuestro ser porque nos paraliza y no nos deja aventurarnos a probar las oportunidades que tengamos por delante...y a veces se excusa con la prudencia...pero la vida es corta y creo que cuando se trata de hacer cosas buenas como amar o ayudar a alguien no hay que pensarlo dos veces...y si no resultó como se pensaba...bueno...siempre hay algo que aprender y al menos se tiene la convicción de que se intentó...lindo poema!

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  2. Sabia reflexión. Muchas gracias por leer.

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