jueves, 17 de mayo de 2012

Para Llevarme Al Otro Lado Del Deseo


Tenés que creer que me fugue de lo que somos... Cuando los pasos son cortos y silenciosos, y caminás mirando hacia otro lado evitando pisar donde aún queda una que otra ceniza.
Con la mirada sombría fingís que no te veo y yo juego a estar preso en la fuga que tu conciencia ha creado para justificar nuestro fracaso.

Cuantas veces no nos perdimos en un mundo de barquitos de papel y olas en tu vientre. Cuantas veces no naufragaban nuestros héroes presa de la tormenta que causaban tus carcajadas sobre mis historias de leones y gigantes. Cuantas veces no mirabas a otro lado y tu perfil hacía notar una sonrisa mientras me hablabas de leyendas y causas justas para llevarme al otro lado del deseo.

Seguís convencida de que me fugue de lo que somos, y que decir que no es un deber para con vos misma, justo en el orgullo me tenías que ganar, en sufrir menos y extrañar más.
Sabés que estaré ahí si tan solo escucho mi nombre un par de veces con esa voz de necesidad y autosuficiencia que solo vos sabés usar. Pero no movés tus labios, empeñada en lastimarme por amor... para llevarme al otro lado del deseo.

Te creés hecha de cristal aunque esos sean duendes de otro cuento... esos de despedidas y miradas extraviadas, en el dolor, y de palabras lanzadas al vacío.

martes, 15 de mayo de 2012

Sueños inoportunos

Hoy llueve. A veces al clima le da por imitar lo que sentís. Sentimientos mojados y grises, estos que se cuelgan en el corazón por un descuido. La vida a veces es bastante paradójica, le da por reírse en tu cara, y vacilar al que se cree seguro. Decidí amarte, y me lo pensé tanto. El amor es dar, no conseguir.
A veces te miro en mis sueños, con tus ojos tan grandes y tan dulces que me podría ahogar en ellos, y tu cabello largo y suelto decorándote el costado. Con la pasión suelta y la precaución olvidada te volvés a mis brazos... Y te prometo estar ahí para siempre, vos prometés no soltarme nunca y los dos sonreímos y no decimos más.
Unos cuantos minutos, permanecemos en esa escena. Y ya luego soy yo para rato, con optimismo y deseos de vivir, de comerme el mundo. Con vos de la mano.