lunes, 2 de abril de 2012

A veces, te extraño tanto. A tu piel, a tu olor, y tus manos.

A veces, te extraño tanto. A tu piel, a tu olor, y tus manos.
A veces, cuando tu olor está en la memoria y ausente en el aire, cuando te veo todos los días y no puedo tocarte, te extraño tanto. A veces, estando mi cuerpo acostumbrado a protegerte, te extraño. Y me muevo sobre las olas de los sentimientos cuanto te pienso, y deseo tu mano en la mía, y tus ojos en mis ojos, pero principalmente tus sueños en mis sueños, con mis años y sonrisas al lado de los tuyos.
Extraño lo que nunca he vivido, extraño el recuerdo de mis fantasías a tu lado. A veces, que tan absurdo suena pero te extraño.

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