jueves, 12 de agosto de 2010

Duda de mí

Duda del viento que te cubre y nos separa
Duda de tu tacto, mentiroso y cambiante dispuesto a entregar una caricia por vacio sin siquiera pensarlo
Duda de tus ojos, atraídos por todo y nada a la vez, antojadizos o perezosos, que te muestran lo que se pudre mientras te ocultan lo eterno
Duda que el sol nace cada día, duda que respiras, que hoy vives,
Duda de tu voluntad, de tus pensamientos, de cómo interpretas mis actos y del espejismo que utilizas para reemplazar lo que soy
Aun duda de mí, especialmente ruego que dudes de mí,
Duda de mi mirada, de mi elocuencia, de mi aparente vulnerabilidad y la disponibilidad de mi pecho, porque soy inmune a la compasión, porque hoy sano tus heridas pero si me das oportunidad seré el causante
Duda... para darte y darme salvación

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